En entrevista exclusiva con Extra Noticias y Radio Tropical, Jaime Santamaría, docente, filósofo y dirigente del Polo Democrático en el Atlántico, cuestionó fuertemente la reciente decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) que puso trabas a la fusión de Colombia Humana con otros sectores de izquierda dentro del Pacto Histórico. Para el dirigente, lo ocurrido representa un retroceso para la voluntad ciudadana y un obstáculo en el camino hacia la consolidación de un gran movimiento político.
Santamaría, quien además hace parte del Comité Ejecutivo Nacional del Polo y del Comité Nacional del Pacto Histórico, aseguró que la medida desconoce el sentir de millones de colombianos que han mostrado su respaldo a la unión de los sectores alternativos. “Yo sí creo que ayer lo que ocurrió es un golpe a la democracia, un golpe al sentir popular, para poder herir un poco la voluntad de más o menos de 4 o 5 millones de ciudadanos que quieren ir a un partido, el partido más importante y más grande de izquierda en la historia de Colombia”, expresó.
El dirigente recordó que ya en el pasado hubo intentos de consolidar un frente común de la izquierda, como sucedió en 2005 con la creación del Polo Democrático Alternativo, que unió diversas fuerzas políticas progresistas. Sin embargo, señaló que en esta ocasión el CNE se escudó en el artículo 1575 de 2011 para bloquear la fusión, argumentando que los partidos con procesos judiciales o disciplinarios abiertos no pueden unirse con otros.
En ese sentido, explicó que en el caso del Polo Democrático existen observaciones relacionadas con asuntos administrativos, como problemas en la rendición de cuentas de algunos candidatos. En cuanto a Colombia Humana, indicó que el cuestionamiento radica en la forma en que la colectividad tomó la decisión de fusionarse, pues según sus estatutos es necesario que un tercio de la militancia (aproximadamente 60.000 afiliados) avale un paso de tal magnitud.
Santamaría insistió en que este tipo de trabas legales debilitan la posibilidad de consolidar un proyecto político sólido que represente a las mayorías inconformes con el actual sistema. Al mismo tiempo, recalcó que, pese a los obstáculos, la intención de las fuerzas de izquierda de unirse en torno al Pacto Histórico se mantiene firme y responde al mandato ciudadano de construir un partido fuerte que defienda sus intereses.