La crisis de hacinamiento carcelario en Barranquilla vuelve a estar en el centro del debate público. En entrevista exclusiva con Extra Noticias, Radio Tropical y Transmeca Radio, el personero distrital Miguel Alzate advirtió que los indicadores siguen sin mostrar avances reales, pese a las denuncias históricas que la Personería ha hecho sobre esta problemática. Para Alzate, la situación actual continúa siendo “crítica” y con efectos directos en los niveles de inseguridad del Distrito.
El personero explicó que el hacinamiento promedio se mantiene en un 52% en los cuatro establecimientos carcelarios de la ciudad, con excepción del Buen Pastor. Aunque recientemente se abrió un nuevo pabellón en la cárcel El Bosque, este aún no opera en su totalidad, pues solo algunos de los grupos proyectados han sido habilitados. Esta falta de capacidad instalada, sumada al colapso en estaciones de Policía, agrava un escenario que —según Alzate— “nada ha cambiado”.
Durante la conversación, el funcionario señaló que las consecuencias del hacinamiento afectan directamente los procesos de resocialización. Las personas privadas de la libertad que cumplen sus penas en condiciones inadecuadas suelen reincidir tras su salida, precisamente porque no reciben los programas y garantías mínimas necesarias para reinsertarse a la sociedad. “Es un hecho que venimos denunciando hace años”, recordó.
Asimismo, Alzate alertó que el control dentro de los centros carcelarios se ve comprometido, lo que facilita que algunos detenidos continúen delinquiendo desde el interior. A esta problemática se suma otro factor: la imposibilidad de garantizar la permanencia de capturados debido al colapso en la capacidad carcelaria. Esta situación, señaló, explica por qué personas con múltiples anotaciones vuelven con frecuencia a las calles.
El personero concluyó que este escenario se convierte en un “círculo vicioso” que alimenta la inseguridad en Barranquilla. Aunque la Policía reporta capturas diariamente, muchas de esas personas recuperan la libertad por la falta de cupos, lo que impide cortar de raíz conductas reiterativas. Según Alzate, atender el hacinamiento debe ser una prioridad inmediata para frenar la cadena de criminalidad que afecta la tranquilidad de los ciudadanos.


