El huracán Melissa, uno de los ciclones más destructivos de los últimos años en el Caribe, ha dejado a su paso más de 50 personas fallecidas y cerca de seis millones de afectados en Jamaica, Cuba y Haití, según reportó el Programa Mundial de Alimentos (PMA), organismo de las Naciones Unidas que coordina la asistencia humanitaria en la región.
En Jamaica, donde el impacto fue directo con categoría cinco, el Gobierno ha confirmado al menos 28 víctimas mortales y una destrucción generalizada en infraestructura, viviendas y vías de comunicación. El PMA informó que ya ha iniciado la distribución de kits alimentarios a 1.500 personas en las zonas más golpeadas, con productos básicos como arroz, lentejas, pescado, carne enlatada y aceite vegetal.
La agencia también anunció que tiene embarcaciones en camino con más suministros de ayuda, y que su plan es asistir a unas 200.000 personas mediante una combinación de alimentos y transferencias monetarias, de acuerdo con las solicitudes del Gobierno jamaiquino.
“Para acelerar la entrega de suministros y proteger los recursos, el PMA desplegó equipos logísticos, montacargas y contenedores en puntos estratégicos como Black River”, detalló el organismo en su comunicado, destacando que la logística será clave en las próximas semanas debido a los riesgos de deslizamientos e inundaciones persistentes.
En el caso de Cuba, los efectos del huracán se tradujeron en fuertes inundaciones, apagones masivos y graves pérdidas agrícolas. Aunque las autoridades cubanas aún no presentan un balance oficial de daños, el PMA indicó que unas 900.000 personas requerirán asistencia alimentaria inmediata durante los próximos tres meses, y la mitad de ellas necesitará apoyo prolongado.
Previo al impacto del ciclón, el Gobierno cubano y el PMA habían almacenado alimentos suficientes para 275.000 personas durante dos meses. Gracias a ese plan preventivo, ya se ha logrado atender a 181.000 personas evacuadas en refugios temporales.
En Haití, la situación es aún más crítica. Las intensas lluvias y los vientos arrasaron viviendas e infraestructuras a lo largo de la costa sur, dejando al menos 31 fallecidos y 21 desaparecidos, según datos oficiales. Miles de familias permanecen desplazadas, mientras los equipos de rescate continúan trabajando en zonas incomunicadas por el colapso de carreteras y puentes.
El PMA destacó que, para aliviar la emergencia, ha entregado pagos anticipados por 900.000 dólares a unas 50.000 personas, con el fin de proteger sus medios de vida y reactivar las economías locales donde los mercados siguen operativos. Además, las familias que comienzan a regresar a sus hogares están recibiendo raciones de alimentos para dos semanas, seguidas de un mes de apoyo económico adicional.
Hasta ahora, la agencia ha alcanzado a 12.700 personas con alimentos de emergencia en el Gran Sur haitiano, y planea ampliar su cobertura para atender a 190.000 en las próximas semanas.
Frente a la magnitud del desastre, el PMA lanzó un llamado urgente para recaudar 74 millones de dólares destinados a proveer asistencia vital a 1,1 millones de personas en los tres países afectados. Los fondos también permitirán reforzar la coordinación logística y las telecomunicaciones de emergencia entre los equipos humanitarios que operan en la región.
Melissa, que alcanzó vientos sostenidos superiores a los 250 kilómetros por hora, deja un rastro de devastación comparable al de huracanes históricos en el Caribe. Los esfuerzos internacionales se centran ahora en garantizar alimentos, agua potable y refugio a las millones de personas que perdieron casi todo.


