El papa León XIV pidió una “profunda reflexión” sobre el trato que reciben los migrantes en Estados Unidos, al advertir que las políticas de deportación masiva impulsadas por el entonces presidente Donald Trump han afectado gravemente a miles de personas que llevan años viviendo en ese país sin causar problemas.
Durante una breve intervención ante las cámaras en su residencia de Castel Gandolfo, el pontífice —el primero en la historia de origen estadounidense— criticó abiertamente la postura del Gobierno de Trump y se mostró preocupado por las consecuencias humanas de su política migratoria. “Hay personas que han vivido en Estados Unidos durante años y años sin causar problemas, que se han visto profundamente afectadas”, expresó León XIV, hablando en inglés y dirigiéndose directamente al público norteamericano.
El papa también recordó la enseñanza cristiana que llama a acoger al extranjero, enfatizando que “todos los creyentes serán juzgados por cómo reciban al forastero”. Sus palabras fueron interpretadas como una referencia directa a las redadas del ICE, la agencia encargada de hacer cumplir las leyes migratorias en el país, según explicó el historiador católico Austen Ivereigh a la BBC.
Aunque en sus primeros meses al frente de la Iglesia Católica León XIV había evitado declaraciones políticas contundentes, en las últimas semanas ha elevado el tono de sus críticas. En octubre, calificó de “inhumana” la represión migratoria de la administración Trump, lo que generó incomodidad entre sectores conservadores de la Iglesia en su país natal, que inicialmente habían celebrado su elección.
El pontífice también se refirió a la tensión en el Caribe, tras los bombardeos de barcos venezolanos por parte de fuerzas estadounidenses, supuestamente vinculados al narcotráfico. Sobre este tema, instó a la calma y al diálogo, y advirtió que “con la violencia no ganaremos”. Además, señaló que la presencia de buques de guerra estadounidenses cerca de Venezuela aumenta la tensión en lugar de favorecer la paz.
A seis meses de su elección, el estilo de León XIV empieza a delinearse: un papado más abierto al contacto directo con los medios y marcado por una disposición a hablar con franqueza sobre temas políticos y sociales. “Cuando el papa se expresa de forma tan contundente, ejerce presión sobre la administración estadounidense, especialmente sobre los católicos”, comentó Ivereigh, quien considera que el pontífice podría estar asumiendo uno de sus mayores riesgos al enfrentarse, de manera tan explícita, a las decisiones del Gobierno de su propio país.


