El director de Prevención de Desastres del Atlántico, Nelson Oquendo, admitió que ni la administración departamental ni los municipios cuentan con los recursos financieros suficientes para atender las emergencias que dejan la temporada de invierno y le pasan el balón a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD.
El panorama se complica porque la entidad del orden nacional avanza a paso de tortugas.
“El pasado sábado tuvimos fuertes lluvias lo que ocasionó emergencias en varios municipios como Malambo, Galapa, Puerto Colombia, Soledad, Ponedera y Tubará. Eso lo pronosticó el Ideam. Desde la Gobernación del Atlántico hemos estado haciendo todo el acompañamiento y estamos conectados con los consejos municipales de gestión del riesgo”, dijo el funcionario.
Indicó que, ocurrido el evento, los municipios proceden a realizar la caracterización de las emergencias a través de la Defensa Civil. “La Alcaldía genera un reporte oficial, el cual nos los suministran. Hasta el momento no nos lo han entregado”, afirmó.
Explicó que en las emergencias invernales concurren organismos de socorro, las administraciones municipales, departamental y la Nación y la comunidad.
“El primero que debe responder en las emergencias es la administración municipal. Desbordada sus capacidades, entra a participar el Departamento y si este se desborda en sus capacidades entraría el Gobierno Nacional a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres”.
Agregó que: “El Gobierno departamental no tiene la capacidad para cubrir la totalidad de las emergencias y se hace necesario contar con el respaldo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, con el cual hemos tenido contacto y le hemos manifestado cada una de las situaciones. Tenemos identificados los puntos de riesgo y los posibles riesgos que se corren en el departamento del Atlántico. Ya tenemos un plan de acción que en los próximos días estaremos socializándolo”
Por último, el funcionario hizo un llamado a la comunidad para que no lancen basura en los arroyos porque estos se taponan generando desbordamientos.


