En la XI Cumbre Líderes por la Educación (CLE) realizada en la Universidad EAN en Bogotá, el ministro de Educación, Daniel Rojas Medellín, invitó a soñar en grande, a creer en la posibilidad de una Colombia donde la educación sea el motor que impulse el desarrollo social, económico y cultural.
En su discurso, el ministro expresó que la historia de un país puede transformarse radicalmente cuando su sociedad decide poner la educación en el centro de todo.
“Colombia tiene el potencial de ser un país líder en innovación, en equidad y en calidad de vida para todos sus ciudadanos”, y añadió que ese cambio no será posible sin un sistema educativo que desafíe las estructuras actuales de inequidad.
A su vez, el jefe de la cartera educativa señaló que “La educación debe ser el espacio donde no solo se transmiten conocimientos, sino donde se construyen ciudadanos con la capacidad de soñar, de ser felices y de imaginar un futuro diferente para sí mismos y para el país”.
En su intervención, resaltó que la educación no es solo un derecho, sino la herramienta fundamental para romper con la cadena de desigualdades que ha caracterizado a Colombia por décadas. “La educación tiene que ser el entorno donde lo público sea visto como un espacio digno, como un bien común que pertenezca a todos los colombianos”.
Del mismo modo, Rojas Medellín habló del esquema de “apartheid educativo” que se mantiene en Colombia “en el que los hijos de los ricos se reúnen y estudian juntos en colegios y universidades para ricos, y los hijos de los pobres se reúnen y estudian juntos en colegios para pobres. Este apartheid educativo no solo se manifiesta en la dimensión económica, sino también en la cultural, donde se crean lenguajes y estéticas comunes que refuerzan la percepción de que lo público es para los pobres y lo privado para los ricos”.
Al concluir su intervención, lanzó una pregunta que caló profundamente entre los asistentes: “La educación, ¿para qué?”. La respuesta, cargada de esperanza y visión de futuro, fue contundente: “Para cambiar la historia de Colombia”. Para el ministro, la educación tiene el poder de redefinir la identidad de un país, de forjar una sociedad donde la felicidad, la libertad y el bienestar colectivo se conviertan en la meta principal.