Por predisposición natural, y tal vez como herencia recibida de mi madre hermosa, tiendo a ser una persona benevolente y generosa.
Siempre agradecido con Dios por todo la que me ha dado; y por lo que aún me tenga reservado.
Es que también me han enseñado, que si no tengo nada material que dar, por lo menos un cariñoso saludo acompañado de una sonrisa podría regalar.
Por eso regalo mi arte al pintar, que es un don natural, y a veces, apenas cobro lo suficiente para los materiales empleados recuperar, con la esperanza de que, solo tenga el suficiente valor, que haga a otros disfrutar.
Nadie es tan rico que de alguien nada pueda necesitar; ni tan pobre que, algo no pueda regalar; por lo que un sincero saludo, al menos, a nadie se le debe negar.
El toma y dame es la regla general, que determina la compensación gratificante, en las relaciones de amistad; aunque lo devuelto no necesariamente tuviera que ser algo exactamente igual.
Una expresión sincera y oportuna, con gesto de gratitud podría ser suficiente y nada más.
“La ingratitud” es uno de los sentimientos más desagradables que pudiera sentir el ser humano, y aún más si se tratara entre íntimos amigos, primos o hermanos.
La persona afectada se sentiría defraudada, de quien por cualquier razón ha extendido su mano; como si todo su esfuerzo por agradar, complacer o interesar, hubiera sido en vano.
Pero hay una actitud más dañina que la ingratitud, y es la “indiferencia” mostrada, que a veces, <si es con frialdad>, hace más daño que una aversión declarada.
La indiferencia puede reflejar la ausencia de sentimientos; al considerarse como una carencia de emociones, a veces inducida por equivocados pensamientos o ilusiones.
Es un estado de ánimo en el que no se siente ninguna inclinación ansiosa, aunque tampoco repugnancia hacia alguna persona o cualquier cosa.
Sus características son el desinterés, la apatía, el despego, la indolencia, la tibieza, el desgano, la insensibilidad y la frialdad; como también el desdén, el desprecio, la displicencia y la falta de amor por todo, que hasta pudiera llegar a rayar en una lamentable enfermedad mental.
Claro que, es posible que la indiferencia también sea aparentada, como tratando de facturar alguna deuda pasada; y en ese sentido, sería una revancha o mala jugada, con el riesgo de que se pierda más, a cambio de nada.
Por lo anterior, es importante nuestras actitudes revisar, para evitar que, de manera inconsciente alguna persona podamos lastimar.
Es que la benevolencia conque una persona es tratada, debe alimentarle el ego al saberse tan apreciada, querida o amada, que de alguna forma recíproca, la actitud del emisor debe ser compensada.
Tampoco se compra ni se vende el cariño verdadero, porque,< como lo canta Manolo>, para tener un verdadero querer, no hay en el mundo dinero.
También sería lamentable, escuchar de alguien lo que de manera reprochable, dice el Bobby Cruz, ese admirable cantor seguidor de Jesús.
” Más si te piden, dices, lárguese de aquí,…yo nunca a usted le pedí, y lo que tengo no me sobra”.
Esas actitudes mezquinas, en los caminos de la vida, la ley de compensación natural, tarde o temprano las cobra.
La reciprocidad es lo ideal en el “toma y dame”; porque como también canta el Bobby : “si yo te doy papa con bacalao; ¿porqué no me das un poco, aunque sea de ñame?”
Se acerca la navidad, época que a todos nos debe alegrar, por lo que es tiempo de poner a prueba nuestro grado de generosidad, sobre todos con aquellos que estén viviendo alguna calamidad.
Sembrar bondad es la mejor virtud en estos tiempos que el terreno es más fértil para cosechar, y recoger frutos que alimenten la paz espiritual y material, que todos deseamos alcanzar.
Ahora es posible, como siempre alguien en contravía diría, que para lograr la felicidad, el dinero y lo material, no consideraría.
Entonces yo le diría que, sin un buen alimento, una buena cobija, ropa adecuada , un buen techo, agua y luz, que son necesidades materiales básicas, día a día, ¿sin dinero cómo las conseguiría?
Entonces y al decir verdad: ¿Cómo carajo podemos esperar que las personas pasen una Felíz navidad?.
De todas maneras, aunque como “frase de cajón”, les deseo a mis lectores de todo corazón, que pasen una Feliz navidad, y que si es posible, hacia algún pobre reconocido en su comunidad, expresen sentimientos de caridad y solidaridad.
Felicidades para todos en Navidades y en Año Nuevo prosperidad !
Por José R. Múnera N.