Uno de cada cinco jóvenes entre 15 y 24 años sufre de algún trastorno del estado del ánimo.
La cifra fue dada a conocer por la psiquiatra María Camila Vergara durante su exposición en el evento organizado por la Universidad Autónoma del Caribe de Barranquilla titulado ‘Más allá de los likes’.
Los trastornos del estado de ánimo se dividen en dos grupos principales: trastornos depresivos y trastornos bipolares. Los tratamientos incluyen medicinas, psicoterapia o la combinación de los dos. La mayoría de las personas con trastornos del estado de ánimo pueden llevar una vida productiva con el tratamiento adecuado.
La médica explicó que la salud mental es un estado de equilibrio que debe existir entre las personas y su entorno social, el cual tiene que ver con el bienestar cognitivo, el bienestar emocional y el bienestar social.
“La salud mental tiene que ver con la vida diaria de todos, también tiene que ver cómo nos relacionamos con la familia, con la escuela, el trabajo, en actividades recreativas y con la comunidad y con nosotros mismos”, dijo.
Agregó que: “La salud mental también tiene que ver cómo la persona piensa, siente, actúa y cómo reacciona al estrés. Entonces podemos decir que la salud mental es la base del bienestar y el funcionamiento afectivo para una persona y su comunidad. La salud mental no es la presencia o la ausencia de un trastorno. Todos tenemos salud mental y debemos cuidarla. Es algo multifactorial y complejo y puede variar entre una persona y otra”.
La doctora explicó que las personas pueden encontrar una capacidad de resistencia ante las adversidades de la vida y esto se da con una autoestima adecuada. “Cuando somos jóvenes, el cerebro no ha terminado de madurarse. Una buena salud mental va a permitir que tengamos una imagen positiva de uno mismo, unas relaciones satisfactorias, tomar buenas decisiones y poder afrontar los desafíos que se nos presenta a lo largo de la vida. Las personas con buena salud mental están satisfechas consigo mismas y se sienten autoeficaces, disfrutando las cosas simples de la vida y no se sienten abrumadas por sus emociones”, indicó.
Por último señaló que una persona con buena salud mental entiende que todas las emociones son necesarias. “Las personas con una buena salud mental se pueden reír de ellas mismas, tienen una actitud tolerante ante la vida, se respetan a sí mismas y conocen su fortaleza y debilidades”, terminó señalando.