En entrevista exclusiva con Extra Noticias y Radio Tropical, Guido Santander, vocero de los usuarios de la ESE UNA, advirtió que la entidad podría enfrentar el cierre si no se abren nuevos servicios médicos que garanticen la adecuada remisión de pacientes. La ESE, que administra cinco sedes de hospitales públicos en el Atlántico, atraviesa una crisis financiera y operativa que mantiene en alerta a usuarios y trabajadores.
Santander explicó que los estados financieros de la entidad muestran un panorama crítico. A 30 de junio, los pasivos totales ascendían a 147.000 millones de pesos, mientras que la cartera apenas alcanzaba 83.000 millones, de los cuales cerca de 25.000 millones estaban objetados por las EPS. Esto deja un déficit operacional que, según el vocero, oscila entre 64.000 y 89.000 millones de pesos, lo que compromete gravemente la sostenibilidad de la red hospitalaria.
El problema, según señaló, no solo radica en las cifras, sino en la falta de servicios de alta complejidad que permitan generar ingresos. De las cinco sedes que administra la ESE UNA, la unidad de salud mental es la que más pérdidas genera, con un gasto de 1.800 millones frente a ventas de apenas 600 millones. “No hay cómo facturar, no hay cómo vender servicios”, puntualizó.
La ausencia de unidades especializadas ha provocado que pacientes con enfermedades graves no puedan ser atendidos en las sedes. Casos como cáncer, problemas cardíacos o procedimientos de gastroenterología requieren ser remitidos, pero muchas veces se encuentran con la negativa de las EPS y la falta de camas en otras clínicas. Esto, según Santander, genera que los pacientes permanezcan 15 o 20 días deteriorándose dentro del hospital sin recibir la atención requerida.
Frente a este panorama, el vocero de los usuarios planteó que la salida está en reabrir servicios clave como la hemodinamia y la alta complejidad, apoyados en los recursos de estampilla destinados a la compra de equipos médicos. “Si se fortalecen los servicios, se pueden firmar contratos sólidos con las EPS y cortar el déficit”, afirmó, insistiendo en que las ayudas puntuales del Gobierno no son suficientes para tapar el hueco financiero.
Se espera que este viernes 26 de septiembre, la Supersalud entregue el diagnóstico de la intervención que lidera Freddy Socarrás como agente interventor. Los usuarios esperan que de este informe se definan medidas claras para salvar la ESE UNA y evitar que los hospitales públicos del Atlántico queden en riesgo de cierre.