En entrevista exclusiva con Extra Noticias y Radio Tropical, el veedor departamental Gustavo de la Rosa expuso un panorama preocupante para las comunidades del sur del Atlántico. El líder social, reconocido por su seguimiento constante a las problemáticas de la región, se refirió a la situación actual del río Magdalena, la incertidumbre en torno a las obras del Canal del Dique y el abandono que, según él, enfrenta el sector agrícola y ganadero.
De la Rosa explicó que los niveles del río se encuentran estables, entre 5.55 y 5.60, lo que en su opinión reduce el riesgo de emergencias como las que en otros años han afectado a los municipios ribereños. Sin embargo, mostró su inconformidad con la falta de ejecución de las obras del Canal del Dique, proyecto que fue contratado hace tres años y que, por trámites ambientales y de licenciamiento, no se ha podido llevar a cabo.
El veedor recordó que en su momento se aprobaron más de tres billones de pesos para el desarrollo de esta iniciativa. No obstante, señaló que existe incertidumbre sobre la continuidad de los recursos en el presupuesto nacional, luego de que el presidente Gustavo Petro manifestara que dichos trabajos beneficiaban a los ricos de Cartagena y no a las comunidades más vulnerables. “Es un dilema que tiene preocupados a los habitantes del Atlántico y Bolívar, pues son obras necesarias para nuestra gente”, recalcó.
En materia agrícola, el panorama descrito por De la Rosa es crítico. Aseguró que los municipios del Atlántico viven un abandono total, con poca o nula inversión en sectores como la pesca, la ganadería y la producción agropecuaria. Según dijo, en el pasado la gestión de los parlamentarios permitía impulsar proyectos sociales, pero actualmente los recursos son escasos debido a los desencuentros entre el gobierno nacional y los líderes políticos de la región.
El veedor señaló que a pesar de la importancia del departamento en la producción agropecuaria, en los últimos años han pasado cuatro ministros de Agricultura y ninguno ha visitado el Atlántico para dialogar con las autoridades locales sobre la crisis que atraviesan los municipios del sur. A esto se suma el deterioro de los distritos de riego y las malas condiciones de las vías terciarias, factores que limitan la competitividad del campo.
Finalmente, De la Rosa recalcó que la falta de apoyo del gobierno central agrava la situación de los alcaldes, quienes dependen casi por completo del respaldo del gobernador para intentar sacar adelante sus municipios. “Hoy ningún alcalde puede decir que le está yendo bien porque las inversiones no se ven”, concluyó, advirtiendo que esta ausencia de políticas claras pone en riesgo el desarrollo y bienestar de las comunidades más apartadas del Atlántico.