La conmemoración de la Batalla de Boyacá, tradicionalmente celebrada en distintas regiones del país, tendrá este año como sede a Leticia, en el departamento del Amazonas. Así lo anunció el presidente Gustavo Petro, quien justificó la decisión en el marco de una controversia limítrofe con el gobierno peruano por una zona del río Amazonas que, según el mandatario, pertenece a Colombia y ha sido ocupada de manera unilateral por el vecino país.
El anuncio lo hizo público el jefe de Estado el martes 5 de julio a través de su cuenta oficial en la red social X, donde explicó que la determinación de realizar el acto simbólico en Leticia responde a la necesidad de reafirmar la soberanía nacional frente a lo que considera una “violación” del Protocolo de Río de Janeiro, tratado firmado entre Colombia y Perú en 1934 para fijar los límites fronterizos.
De acuerdo con Petro, el gobierno peruano habría aprobado recientemente una ley que le permite apropiarse de varias islas situadas al norte de la línea más profunda del río Amazonas, la cual, según el acuerdo bilateral, marca la frontera entre ambas naciones. Asimismo, afirmó que las autoridades peruanas habrían dispuesto la instalación de la capital de un municipio en un área que, conforme al tratado, estaría bajo jurisdicción colombiana.
“La conmemoración de la Batalla de Boyacá, es la conmemoración de la independencia nacional, se traslada a Leticia, porque otra vez, el gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Rio de Janeiro que le puso fin. El tratado de Rio de Janeiro estableció que la frontera es la línea más profunda del río Amazonas y que cualquier desavenencia, se resolverá entre las partes”, expresó el presidente en su pronunciamiento.
El mandatario también alertó sobre los posibles efectos económicos que podría tener esta situación para la capital del Amazonas. Según dijo, la medida peruana pondría en riesgo el funcionamiento comercial de Leticia como puerto fluvial, al restringir su acceso a canales estratégicos del río. Esto, a su juicio, afectaría directamente la dinámica económica y la vida misma de la ciudad.
“Han aparecido islas que están al norte de la actual línea más profunda, y el gobierno del Perú acaba de apropiárselas por ley y poner la capital de un municipio en un terreno que, por el tratado, debe pertenecer a Colombia. Esa acción unilateral y violatoria del tratado de Rio de Janeiro puede hacer desaparecer a Leticia como puerto amazónico quitándole su vida comercial”, agregó el presidente Petro.
Pese a la gravedad de la denuncia, el jefe de Estado aseguró que la respuesta del gobierno colombiano será, en primera instancia, diplomática. Indicó que se activarán los canales institucionales necesarios para resolver la disputa en el marco del respeto al derecho internacional, evitando por ahora recurrir a otras alternativas.
Petro concluyó su intervención advirtiendo que el gobierno nacional no permanecerá indiferente frente a lo que considera una amenaza directa a la integridad territorial y comercial del país. La celebración del 7 de agosto en Leticia, dijo, es también un acto simbólico de defensa de la soberanía nacional.