En una escena cargada de solemnidad y recogimiento, miles de fieles se han congregado en la basílica de San Pedro para despedir al Papa Francisco, cuya partida ha conmovido al mundo entero. Desde el lunes, cuando se anunció su fallecimiento, hasta la tarde del viernes 25 de abril, alrededor de 250.000 personas se acercaron a rendir tributo ante su féretro, en una muestra de amor y gratitud por su legado espiritual y humano.
La capilla ardiente concluyó este viernes al caer la tarde, cerrando un ciclo de tres días de homenaje continuo al pontífice argentino. Con el cierre del féretro se da paso a los preparativos del solemne funeral que se realizará este sábado 26 de abril, seguido por el entierro. La ceremonia será un evento de escala global, con la esperada asistencia de unas 200.000 personas en la plaza de San Pedro, así como la participación de 130 delegaciones internacionales, incluidos jefes de Estado y miembros de casas reales como los reyes Felipe VI y Letizia de España, y el presidente estadounidense Donald Trump.
El cuerpo del Papa será trasladado posteriormente en un cortejo fúnebre por la ciudad de Roma hasta la basílica de Santa María La Mayor, templo al que tenía especial devoción por la imagen de la Virgen ‘Salus Populi Romani’, y donde eligió descansar eternamente.
Hasta el momento, han llegado a la capital italiana 149 de los 252 cardenales del colegio cardenalicio. De ellos, 133 tienen derecho a voto en el próximo cónclave, según la norma que limita la participación a quienes no han alcanzado los 80 años. Como parte del homenaje final, los cardenales asistentes al funeral realizarán una visita a la tumba de Francisco el domingo.
La muerte del Papa Francisco marca el fin de una era en la Iglesia católica, pero también el inicio de una profunda reflexión entre fieles y autoridades religiosas. Su carisma, su sencillez y su incansable labor por la justicia social seguirán inspirando a millones alrededor del mundo. Roma se convierte por estos días en el epicentro del sentimiento católico universal, mientras la Iglesia se prepara para elegir a su nuevo guía espiritual.