La despedida del papa Francisco, celebrada en la plaza de San Pedro en Roma, no solo congregó a líderes mundiales en un mismo lugar, sino que también propició encuentros que hace apenas semanas parecían imposibles. En medio de un ambiente solemne, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una reunión calificada de “muy productiva” con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, en lo que ya muchos consideran un momento crucial en las relaciones internacionales.
La Casa Blanca confirmó que el encuentro tuvo lugar poco antes de la ceremonia fúnebre en honor al pontífice, quien falleció el pasado lunes a los 88 años de edad. Según declaraciones oficiales, ambas partes abordaron temas de gran relevancia, entre ellos la búsqueda de un alto el fuego completo e incondicional, así como la construcción de una paz duradera que impida la repetición del conflicto.
El propio Zelenski calificó la reunión como “histórica” y subrayó que su verdadero impacto dependerá de los resultados que se logren a partir de los acuerdos discutidos. A través de sus redes sociales, el mandatario ucraniano destacó la importancia simbólica del encuentro y reiteró su esperanza en conseguir avances conjuntos que garanticen la protección de su pueblo.
La reunión, que fue adelantada inicialmente por el portavoz de la presidencia ucraniana, Sergii Nikiforov, ocurre en un contexto de tensiones crecientes. Las diferencias entre Washington y Kiev se han acentuado ante las reservas de Zelenski para aceptar una propuesta de paz impulsada por Trump, la cual no incluye la retirada rusa de los territorios ocupados. Además, el presidente estadounidense ha manifestado su descontento por la lentitud del gobierno ucraniano en avanzar hacia un acuerdo de asociación económica bilateral.
En días recientes, Trump había declarado que Ucrania y Rusia estaban “muy cerca de un acuerdo”, lo que añadió expectación al encuentro con Zelenski. Según informó el diario italiano Il Corriere della Sera, ambos mandatarios habrían tenido un primer intercambio dentro de la basílica de San Pedro antes de la ceremonia, y planeaban una segunda conversación privada tras la conclusión del funeral.
Minutos después del encuentro, Steve Cheung, director de comunicaciones de la Casa Blanca, confirmó que la reunión fue evaluada como “muy productiva”, alimentando así las expectativas sobre posibles avances diplomáticos en las próximas semanas.
Más allá del adiós al papa Francisco, la jornada en Roma deja la sensación de que, en momentos de duelo, también pueden abrirse puertas inesperadas hacia la reconciliación y la paz.