El mundo de las letras despide a Mario Vargas Llosa, quien falleció este domingo en Lima a los 89 años. El escritor peruano, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, deja un legado literario que marcó profundamente la narrativa hispanoamericana y universal.
“Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido”, expresó su hijo en un comunicado en X.
Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, Mario Vargas Llosa, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz. @morganavll pic.twitter.com/mkFEanxEjA
— Álvaro Vargas Llosa (@AlvaroVargasLl) April 14, 2025
Un legado literario inmortal
Desde sus inicios, Vargas Llosa se destacó por su aguda crítica social y su maestría narrativa. Su primera novela, La ciudad y los perros (1963), ambientada en un colegio militar de Lima, rompió con las convenciones literarias de la época y se convirtió en una obra emblemática del “boom” latinoamericano.
En La casa verde (1966), el autor entrelaza múltiples historias en la Amazonía peruana, explorando temas de marginalidad y deseo. Por su parte, Conversación en La Catedral (1969) ofrece una profunda reflexión sobre el poder y la corrupción en el Perú de los años 50.
Otras obras destacadas incluyen La guerra del fin del mundo (1981), una recreación épica de la revuelta de Canudos en Brasil, y El hablador (1987), que aborda la cosmovisión de los pueblos indígenas amazónicos.
En El Paraíso en la otra esquina (2003), Vargas Llosa narra las vidas paralelas de Flora Tristán y su nieto Paul Gauguin, explorando la búsqueda de utopías personales y colectivas.
Su última novela, Le dedico mi silencio (2023), fue su despedida de la ficción, cerrando una carrera literaria que abarcó más de seis décadas.
Más allá de la literatura
Además de su prolífica obra literaria, Vargas Llosa tuvo una activa participación en la vida política y cultural. En 1990, se postuló a la presidencia del Perú, y aunque no resultó electo, su candidatura reflejó su compromiso con la democracia y la libertad. Fue miembro de la Real Academia Española y, en 2023, ingresó a la Académie Française, consolidando su reconocimiento internacional.
Su fallecimiento representa una gran pérdida para la literatura mundial. Sin embargo, su obra perdurará como testimonio de una vida dedicada a explorar las complejidades humanas y sociales a través de la palabra escrita.