Imagínate hacer un dibujo a mano alzada, como esos monitos de palitos que muchos hacemos por diversión, y que una inteligencia artificial lo transforme en una ilustración detallada, colorida y con apariencia profesional. Esto que suena a magia ya es posible gracias a herramientas como AutoDraw y DALL·E, dos plataformas que están cambiando la forma en la que las personas se relacionan con el arte y la creatividad.
AutoDraw, por ejemplo, es una aplicación creada por Google que reconoce tus trazos simples y los convierte en dibujos pulidos. Tú haces un garabato en la pantalla, y la herramienta adivina lo que quisiste hacer: ¿dibujaste algo parecido a una bicicleta? AutoDraw te ofrece versiones mejoradas hechas por diseñadores, listas para descargar o seguir editando. Es ideal para quienes no saben dibujar bien, pero quieren resultados rápidos, bonitos y útiles.
Por otro lado, DALL·E, desarrollada por OpenAI, va aún más allá. A partir de una simple descripción escrita, puede generar imágenes que parecen salidas de un libro ilustrado. Pero si subes un boceto o dibujo básico, también puede interpretarlo y convertirlo en una versión artística con texturas, sombras, estilo realista o caricaturesco, según lo que se le pida. Esta función ha sido muy usada por personas que quieren crear personajes, paisajes o escenas visuales sin tener conocimientos de diseño gráfico.
Estas herramientas están siendo aprovechadas tanto por diseñadores como por aficionados. Se utilizan para hacer desde logotipos e ilustraciones para redes sociales, hasta tarjetas de cumpleaños o personajes para videojuegos. Incluso docentes y estudiantes han comenzado a usarlas en trabajos escolares, mostrando que la inteligencia artificial puede ser una aliada también en la educación y la creatividad infantil.
Más allá de lo impresionante que resulta ver un dibujo simple convertirse en una pieza profesional, estas tecnologías invitan a que más personas pierdan el miedo a crear. No se necesita saber de técnicas de arte para poder expresar una idea visualmente: con la IA, basta con una idea en la cabeza y unos cuantos trazos. El resto, lo hace la máquina.